miércoles, 23 de mayo de 2012

Los corridos genero musical del pueblo y para el pueblo



Los corridos como testimonio de la revolución  mexicana
¿Medio auxiliar de la docencia?


Para Vicente Mendoza, quien es uno de los principales investigadores de este genero musical, el corrido es un genero épico-lirico-narrativo de rima que relata aquellos sucesos que hieren poderosamente a sensibilidad de las multitudes, por lo que tiene de épico, deriva del romance castellano y mantiene normalmente la forma general este, conservando su carácter narrativo de hazañas guerreras y combates creando entonces una historia por y para el pueblo, por lo que encierra de lirico, deriva de la copla y el cantar y engloba igualmente relatos sentimentales propios para ser cantados, principalmente amorosos, poniendo las bases de la lirica popular sustentada en coplas aisladas y seriadas[1].

Se cree que lo corridos son una consecuencia de los relatos de caballeros españoles y de las narraciones que se plasman en los cantares de Gesta. Los temas de los corridos son derivados del  sentimiento popular  distinto que busca a sus héroes propios de carácter popular que, con  la revolución  manifiestan desde el punto de vista del pueblo, los acontecimientos dados en la revolución, se habla de amor, abandono, muerte, victorias, etc. Y los héroes populares eran cada vez más aclamados por la gente que busca en el corrido sentirse parte del movimiento imaginando las batallas, los amores y todo lo que se relataba como si fuera parte de la vida propia.
Los corridos son  una forma musical  popular que ha sido transmitido de boca en boca y que se distribuye por medio de hojas impresas en papeles multicolores  impresas en casas editoriales de modesta apariencia para luego ser distribuidas entre el vulgo. Constituyeron, como lo dice Yolanda Moreno Rivas, durante mucho tiempo una forma de periódico por medio de la cual el pueblo se enteró de los cambiantes sucesos que se dieron en las diversas etapas de nuestra historia dentro de estos se narraban historias de batallas, levantamientos, asesinatos, y todo lo que acontecía, era un medio para dar a conocer de forma clara y precisa lo que a la gente la parecía novedoso[2].

Este tipo de expresiones musicales tienen su antecedente en el siglo XIX  donde este género ya había dado sus primeros frutos. Históricamente el corrido se ha clasificado en tres periodos principales, el primero abarca desde la independencia hasta el ascenso de don Porfirio Díaz, el segundo desde los principios de la dictadura hasta 1910 y el tercero desde los inicios de la revolución hasta nuestros días,[3] en sus inicios las  composiciones  fueron muy regionalizadas, pero fueron tomadas por los revolucionaros posteriormente para ser cantadas dentro de sus filas, para glorificar batallas y brindar esperanza a la tropa, estas canciones aun no narraban las historias del campo de batalla sino que eran un medio para alegrar a la gente y mantener sus mentes ocupadas

el auge del corrido puede ser ubicado dentro de la etapa revolucionaria, momento en el que se necesitaba exaltar a los personajes que se encontraban en batalla y se le colocaron tintes pintorescos y descriptivos por los que pasaron los personajes de las luchas revolucionarias que se pueden comparar con héroes. Hubo canciones dedicas a Villa, Victoriano Huerta, Carranza, Emiliano Zapata, así como de soldados raso, mujeres y cualesquier personaje que sea digno de señalarse por alguna hazaña en el campo de batalla.

Los corridos pueden ser encontrados en cualquier parte del país siendo una excepción la zona de, Yucatán, Campeche, Chiapas, y Tabasco, pero son ampliamente conocidos los corridos norteños y la región central y en algunas partes del sur en las que hubo personajes importantes. Esta distribución geográfica de los corridos nos hace entender que la importancia de los corridos se dio fundamentalmente en la zona centro y norte donde había levantamientos y que era necesario mantener el espíritu revolucionario.
La forma de dar a conocer estas canciones era por medio de los cantadores que iban de pueblo en pueblo y solían trabajar con un palero, que además recogía los dineros de los espectadores. Su forma de llamar a la gente era muy peculiar como lo relata Salvador Morales iniciando con una invitación que decía asi: ¡Acérquense, valedores!- animaba el palero- ¡van a conocer las hazañas del famoso Heraclio  Bernal, hombre valiente a carta cabal![4], así cada de que se quería hacer alguna afirmación o motivar a la gente a seguir escuchando, el palero interrumpía hacia una reseña y continuaba la canción, era una manera de anunciar lo que seguía en la historia que se estaba cantado.
Estos cancioneros de feria dieron gran impulso a la canción popular, de entre las canciones que se realizaron en las escuelas con fina notas delicadamente estudiadas, hubo muchas que se volvieron parte de las canciones populares, como la de la paloma de Sebastián Iradier que se crea en el siglo XIX y que se toma por el pueblo en años posteriores, por el populacho y se canta de forma común en cualquier lugar. 

 El cantador y las imprentas populares de la ciudad de México se encargaron de redactar las crónicas de la revolución, uno de los sucesos más hondamente calaron en la creatividad de los corridistas de la revolución, fue el de los asesinatos que van desde la muerte de Madero hasta la de Obregón, no hubo un hombre muerto en batalla que no haya sido representado en un corrido desde un simple soldado hasta un gran general. La finalidad de narrar estos hechos era que la gente inmortalizara en sus corazones la figura de los héroes que luchaban por causas justas y en contra del gobierno que los había reprimido.
Además de las crónicas políticas y guerreras, los corridistas no dejan de ocuparse de los temas de delitos y paciones, así como de los héroes anónimos que luchan por la causa, desconocidos por muchos y conocidos por sus tropas,  sepultados con honores como si fuera un importantes general, condecorado en la tumba y recordado por muchos siendo el ejemplo de las generaciones siguientes quienes sabrán que murió por el bien de la Revolución. Ejemplo fiel de que todos en cualquier parte del país habían luchado por la causa revolucionaria.

Uno de os temas más recurrentes después de las muertes, era el de la mujer, así podemos encontrar canciones como la Adelita,  la rielera, la valentina, entre otras, que se crean por músicos cultos y que se cantan entre las filas, ya que nacen a partir de la mujer que se va en las filas de la revolución siguiendo a a sus hombres y otras por convicción  propia, sirviendo en el campo de batalla como enfermeras, cocineras, recolectoras de armas y otras más, que no se conformaron con el reconocimiento de su labor, se fueron al campo de batalla y crearon la imagen de la soldadera, mujeres que se vestían de hombres y que combatían como tal, llegando a ser incluso capitanes y dirigentes de batallones inmensos que demostraron que eran también capaces de ganar una batalla. Las Adelitas por su lado eran consideradas las querías de la tropa, las prostitutas que cambiaban de hombre como según le conviniera.
Allá en la ensangrentada campiña, los Dorados, los Pelones y las soldadoras llenaban sus ocios y ahuyentaban el tema con canciones frescas y alegres como Cielito lindo, satíricas como La cucaracha, apasionadas como La valentina y La Adelita y profundamente nostálgicas como la Canción Mixteca, que empezó a difundirse al fin de la lucha.[5] Es también importante señar que las marchas como la de Zacatecas, eran canciones que se escuchaban cuando alguna ciudad era tomada en señal de gloria de los generales victoriosos, para esta ocasión tan especial dentro de las filas de los batallones se encontraban músicos a los que no les importaba morir tocando sus instrumentos dentro de la banda de viento que acompañaba la lucha, con melodías que aompañaban a los que iban muriendo en la lucha.  Cabe señalar que estas canciones son de  autores de escuelas de música renombrados que trajeron nuevas formas y estilos sonoros que se relacionaron con la cultura mexicana a partir de 1910 y especialmente durante los años 20´s.
Los corridos, nacidos en el pueblo y cantados por el pueblo, símbolo de unión, de lucha, iconos importantes del nacionalismo mexicano y popularizados en la segunda mitad del XIX por artistas como Jorge Negrete, Pedro infante, Antonio Aguilar, y muchos otros que deben su fama a la música del pueblo, sin embargo en sus inicios el corrido podría ser escuchado por cualquiera que se encontrara en el camino y que fueron de gran importancia para mantener el espíritu de la Revolución. Música para el alma y aliento para el espíritu porque la gente se sentía parte de la revolución con solo oírlas narraciones de los corridos.
Por último, lo que se puede decir de los corridos es que fue un genero de muchos alcances, que se creó en el pueblo como protagonista y que este mismo fue el que mayor importancia le dio y gracias a él este género pudo meterse dentro de los géneros musicales con mayor rapidez haciendo que se volteara hacia ellos en una época en la que la música había tenido un desarrollo distinto es caminado a la modernización musical.
Sin embargo lógico es que si se cuenta dentro de una canción las hazañas de los personajes que la gente conoce o a escuchado hablar de ellos, es mas fácil que se grabe una canción en el pensamiento, cosa que no pasaba con interpretes extranjeros que venían a probar su fama en un México en el que el nacionalismo era de gran importancia, y se tenían que incluir canciones en regionales mexicanas en su repertorio, teniendo como resultado una mala interpretación que desalentaba al publico que los escuchaba.

En la actualidad, considero, es posible que por medio de estas canciones, se pueda hacer una mejor interpretación de las historias dentro de los alumnos de cualquier nivel educativo, ya que son fáciles de entender y la relación que un alumno puede hacer de ellas con la historia que se cuenta en las aulas hace que se queden mejor los conocimiento, y bien si no recuerda la clase por  lo menos recordara la canción que habla de el suceso que está estudiando.

También la gente analfabeta puede conocer a los personajes de la revocación cuando escucha las canciones ya que cono se menciono antes, pueden poner en su imaginación las imágenes de las batallas y las características de los personajes que se narran dentro de ellas haciendo del corrido el material didáctico sonoro por excelencia.


Fuentes:
Karolyi. Otto, Introducción a la música del siglo XX,    Alianza editorial. Madrid , 2000.
Morales Salvador, La música mexicana, ed. Universo, México, 1981.
Moreno Rivas Yolanda, Rostros del nacionalismo en la música mexicana, Fondo de Cultura Económica, México, 1989.
Moreno Rivas Yolanda, Historia de la música popular mexicana, Alianza editorial mexicana, México D.F., 1979
Mendoza, Vicente. El corrido mexicano. Colección popular. FCE. 1974
Herrera, Frimont. Los corridos de la revolución mexicana. Tomo 133. Enciclopedia popular. SEP. México. 1946



[1] Mendoza, Vicente. El corrido mexicano. Colección popular. FCE. 1974. p.9
[2] Moreno Rivas Yolanda, Historia de la música popular mexicana, Alianza editorial mexicana, Mexico D.F., 1979, pag. 31
[3] Moreno Rivas Yolanda, Historia de la música popular mexicana, Alianza editorial mexicana, Mexico D.F., 1979, pag. 31
[4] Morales Salvador, La música mexicana, ed. Universo, México, 1981. Pág. 20
[5]  Morales Salvador, La música mexicana, ed. Universo, México, 1981. pág. 50

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